Al final todo les podía pasar a esos muchachos: mucha bici, mucho barco... pero era todo un quilombo.
Hablaban de ternura (curiosamente indefinida) pero siempre había más de uno que era un soberano hijo de puta, y cuando profetizaban las ganas de volar, es obvio que se referian de este disco.
Inventaban esperanza, la compartían en 8 porciones, pero siempre la más grande se la quedaba el que tocaba la guitarra. Pibas de 16 embarazadas, homofóbia, sectas, Nahuel Mutti...
No es fácil vivir en el delta del Tigre.
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3 comentarios:
uno de los mejores discos de la historia de la vida del universo de dios
La verdad que muy buena la crítica, me vendió el disco a foul
un discazo
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